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Declaración revindicativa del código Braille

DECLARACIÓN REIVINDICATIVA DEL CÓDIGO «BRAILLE»

Este escrito ha sido elaborado a principios del año 2004 por la Associació Catalana per a la Integració dels Cecs (ACIC), con el objetivo de divulgarlo
al mayor nivel posible, incluidos de forma preferente los organismos oficiales; su
versión original en catalán
está también disponible en esta Web, pero hemos creído más conveniente traducirlo para que pueda ser leído por un mayor número de usuarios. Ni qué decir
tiene que la Fundación de Ciegos Manuel Caragol suscribe plenamente todo lo que se afirma y reclama a continuación, lo cual de hecho es el motivo principal
de que lo hayamos publicado en nuestra página Web a pesar de no tocar explícitamente los temas de que se ocupa la entidad.

TEXTO DE LA DECLARACIÓN

   Una de las preocupaciones de nuestra Asociación es fomentar y promocionar el uso del sistema de lectoescritura Braille, tanto por parte de los usuarios
potenciales como por parte de las instituciones, entidades y empresas con actividad pública, para comunicarse con los ciegos o hacer accesibles sus servicios
y productos.
   Pensamos que es un recurso que puede servir para superar, con eficacia y relativamente buenos precios, muchas de las barreras de comunicación que se
nos plantean a los ciegos día a día y que, en cambio, está subutilizado. Para hacer posible este objetivo haría falta llevar a cabo muy diversas actuaciones,
entre las que es fundamental el reconocimiento explícito del Braille como sistema de lectura y escritura para ciegos en el Código de Accesibilidad. Por
esto nos ha parecido conveniente poner por escrito nuestras razones.
   El invento de Louis Braille fue una auténtica revolución cultural para los ciegos de todo el mundo, ya que supuso la posibilidad real de alfabetización
i, con ella, el acceso a la cultura y a la formación en general. Ahora continúa siendo igual de básico para aprender a leer y escribir y continúa aportando
cualidades y posibilidades que, de momento, no ofrecen las nuevas tecnologías. Perder esto de vista sería realmente un paso atrás.
   La aparición en el mercado de aparatos con voz sintética capaces de leer el texto de la pantalla de ordenador y la información acumulada en el disco
duro o diskette, escáneres que nos acercan a los libros, agendas parlantes, reloges con voz… puede hacer parecer -de hecho hay gente que lo ve así- que
el sistema de lectoescritura Braille ha caducado, convirtiéndose en una cosa del pasado que ha sido superada. Es un sentimiento paralelo al que hubo con
la radio cuando salió la televisión: parecía que había de desaparecer. Ahora todos tenemos claro que cada medio de comunicación hace su papel y tiene su
espacio propio y que de ningún modo son excluyentes.
   Una cosa parecida pasa con el sistema Braille y los recursos que nos ofrecen las nuevas tecnologías. No son excluyentes de la misma manera que no lo
son el bolígrafo y el ordenador. Es más, muy a menudo son complementarios, como lo demuestran las máquinas expendedoras de billetes de los ferrocarriles
de la Generalitat y los cajeros automáticos de ”la Caixa”. Estas máquinas son accesibles a los ciegos gracias a un programa sonoro, pero permiten la localización
e identificación de las teclas numéricas y de función, así como las diversas entradas de dinero (billetes, tarjetas, moneda…) mediante el Braille.
   Es muy cierto que hay un sector del colectivo de ciegos que tiene dificultades para leer el Braille, sea porque se han quedado ciegos de adultos y el
desarrollo del tacto necesario es dificultoso, sea porque, como consecuencia de alguna enfermedad, tienen afectado el sentido del tacto. Pero también es
cierto que no es la inmensa mayoría y que, en el otro extremo, hay el colectivo de sordociegos, para el que el sentido del tacto y el uso del sistema Braille
son fundamentales.
   Además, pensamos que si se incorporara el Braille a las cuestiones prácticas desde el momento de la producción de los bienes y servicios por parte de
las empresas e instituciones, muchas más personas ciegas estarían motivadas a usarlo.
   No queremos renunciar a ningún recurso, ni viejo ni nuevo. Lo que queremos es sumarlos. Y hay una serie de cosas que el Braille todavía resuelve mejor,
de manera más rápida, más directa y más barata que los nuevos medios tecnológicos y, es por esto que vemos que está desaprovechado para resolver problemas
de acceso a la comunicación y a la información. Ejemplos del servicio cotidiano que nos presta y nos podría prestar en un amplio abanico de cosas, haciéndonos
la vida más fácil y autónoma, son:
   – Visualizar la ortografía y su aprendizaje, tanto en el caso de la lengua propia como en el de una lengua extranjera, muy especialmente en los casos
en que la pronunciación y la escritura son muy diferentes. El inglés, actualmente tan necesario, es un buen ejemplo de ello.
   – En general, la lectura en Braille favorece la concentración y, por tanto, el estudio y el aprendizaje, mucho más que los sistemas que nos permiten
acceder a los libros mediante la voz.
   – Poder leer en silencio, sin que otra voz humana diferente de la propia interfiera en la interpretación de la lectura o sin que una voz artificial desvirtúe
la calidez de unos versos, de una carta de amor…
   – Hacer posible la medicación correcta, tanto si se trata de cuestiones puntuales como del tratamiento de una enfermedad crónica; tanto si se trata de
nuestra propia medicación como si es la de personas que dependen de nosotros (hijos, padres de edad avanzada…).
   – Rotular diskettes, CD’s, cassettes, vídeos, botes de especias, productos de higiene personal y del hogar, los libros en tinta, los alimentos…
   – Archivar los documentos que todos tenemos en casa: un título académico, una escritura, las facturas de cada servicio…
   – Identificar y controlar carnets y documentos de uso tan habitual como el DNI, la tarjeta sanitaria, las libretas de entidades bancarias, tarjetas de
crédito, de Telefónica…
   – Utilizar los cajeros automáticos y expendedoras de billetes de transporte público.
   – Etiquetar la ropa con el color, para poder distinguir la camiseta azul de la amarilla o los tejanos azules de los negros.
   – Identificar los botones de un ascensor o de un portero automático.
   – Localizar la taquilla que estamos ocupando en un centro deportivo.
   – Señalizar partes de los edificios (lavabos) e incluso de la vía pública (nombres de calles).
   – Jugar a cartas, tanto si los compañeros de juego son ciegos como si son videntes.
   – Orientarse en los mapas y en los planos (de ciudades, de metro…).
   – Marcar los electrodomésticos para poderlos usar correctamente, también como las máquinas expendedoras de diversos productos (bebidas, alimentos…).
   – Anotar teléfonos y direcciones.
   – Consultar el calendario.
   – Adaptación de museos y monumentos, por ejemplo con rótulos de las piezas expuestas y folletos explicativos.
   – Identificar papeletas electorales.
   – Utilizar guías de metro y de autobuses.
   Como se puede observar, todas las aplicaciones del Braille que aparecen en esta lista resuelven realmente cuestiones prácticas de cada día. Aún y así,
hemos de hacer las siguientes observaciones:
   – Actualmente, gran parte del etiquetaje de los productos lo tenemos que hacer los propios consumidores. ¿Alguien se imagina que toda la población hubiera
de poner el nombre de las cosas con bolígrafo cuando llegara a casa después de hacer la compra, porque los artículos salen de la fábrica sin ningún tipo
de indicación? Esto es lo que tenemos que hacer los ciegos de forma habitual. Es cierto que algunas industrias han comenzado a incorporar el Braille en
sus productos, especialmente la industria farmacéutica y algunas marcas de productos de higiene personal y de alimentación, pero todavía no es, ni mucho
menos, una práctica generalizada ni sistemática.
   – Por lo que concierne al consumo de bienes culturales, raras veces encontramos en los museos, hojas informativas o programas escritos en Braille. Para
ser más exactos, tendríamos que decir que sólo los encontramos en circunstancias muy concretas.
   – En otros hámbitos no hay absolutamente nada, y afectan a derechos democráticos fundamentales (el derecho al voto secreto) o documentos obligatorios
como el DNI o la tarjeta sanitaria. Y éstos sólo son algunos ejemplos entre muchos.
   – Otra parte importante de las adaptaciones las hace la ONCE, por ejemplo cuando se trata de libros, mapas y algunos planos y guías, pero hay otros ámbitos
que, forzosamente, corresponde a las instituciones públicas y otras entidades la responsabilidad de hacer accesible la información; sería el caso de las
actividades que organiza un ayuntamiento, la programación de un auditorio y, en general, la comunicación en los espacios culturales, deportivos, la correcta
información documental, etc.
   – No se trata de una lista exhaustiva ni cerrada: ni hay todas las utilidades actuales ni se puede descartar que aparezcan de nuevas o inéditas hasta
ahora. En este sentido sería muy conveniente, por ejemplo, que se entregara una versión en Braille de la documentación importante antes de firmarla, tanto
para ser consciente de lo que se está firmando, como para tener una constancia en cualquier otro momento que convenga. Sería el caso de escrituras de vivienda,
contratos laborales, algunos documentos bancarios, etc.
   – Naturalmente, entendemos que en el proceso de normalización del Braille se han de establecer prioridades, pero sin que esto signifique renunciar a
ninguno de sus terrenos de aplicación.
   Resumiendo, podemos decir que el sistema Braille presenta las ventajas siguientes:
   – Puede resolver un gran número de barreras de comunicación de naturalezas muy diversas.
   – Es, en general, una adaptación mucho más barata que otras excesivamente dependientes de las nuevas tecnologías.
   – En muchos casos es un buen complemento a soluciones tecnológicas.
   – Es muy inmediato, ya que sólo se necesitan las manos para leerlo, y eso simplifica las cosas al no depender de más aparatos que los realmente necesarios.
   Es por todo esto que consideramos necesario su reconocimiento explícito en el Código de Accesibilidad como el alfabeto específico para ciegos, pues estamos
convencidos que este reconocimiento supondrá un impulso importante para su difusión y su uso.

Conclusiones sobre el Braille en las primeras jornadas de usuarios

CONCLUSIONES DE LAS PRIMERAS JORNADAS DE USUARIOS DE TECNOLOGÍAS PARA PERSONAS CON DISCAPACIDAD VISUAL
(Santander, diciembre de 2004).

MESA REDONDA: LA IMPLICACIÓN DE LA TECNOLOGÍA EN LA UTILIZACIÓN DEL BRAILLE

1. El alfabeto Braille es el sistema de lecto-escritura específico para ciegos y deficientes visuales y su conocimiento es fundamental para su formación,
desarrollo y autonomía personal y, en consecuencia, es un instrumento importante para su integración en la sociedad.

2.  El desarrollo de las nuevas tecnologías, muy basadas en la síntesis de voz va en detrimento de su uso de manera notable, debido, sobretodo, a que muchos
libros e informaciones son más fáciles de optener con sistemas electrónicos y más transportables.

3. Sin embargo, no son recursos excluyentes sino complementarios: las nuevas tecnologías facilitan la producción en Braille, lo incorporan en sus teclados,
existe el braille electrónico (línea braille.

4. Dado que el alfabeto Braille es el único sistema de lectoescritura para ciegos es necesario fomentar y promocionar su aprendizaje y uso y así lo ha explicitado
también la Unión Mundial de Ciegos.

5. Para ello hay que trabajar en varios frentes: desarrollo de métodos más atractivos de enseñanza para niños y adultos, creación de un ambiente alentador
para su aprendizaje, normalizar su presencia en la sociedad, trabajar para conseguir más facilidades para el uso de líneas Braille como adaptación a las
TIC, etc.

6. Los costos de producción del Braille electrónico (celdillas Braille) son muy elevados y esto dificulta su mayor incorporación en diferentes dispositivos
y, en consecuencia, que su uso sea más extenso. De todos modos las empresas siguen investigando en procesos más baratos y la ONCE ha otorgado algún premio
de I + D para impulsar esta línea de trabajo.

7. El colectivo de ciegos y deficientes visuales  usuarios del braille debe ser más activo a la hora de pedir y reivindicar la incorporación del Braille
en los bienes y servicios y mostrarse más convencido de que se pueden alcanzar logros importantes.

8. Hay que exigir a las instituciones públicas y a las que tienen responsabilidades en el terreno de la ceguera y deficiencia visual que asuman su parte
en lo que se refiere a proporcionar información accesible y a tener en cuenta el sistema Braille como un medio para ello. En este sentido se observan algunos
reproches a la ONCE por no usarlo suficientemente y así dar ejemplo con su actuación.

9. Se observa un cierto debate al entorno de la enseñanza del Braille: sobre quién y cuándo debe aprenderlo (grado de resto visual y otras circunstancias),
sobre si quienes lo enseñan tienen los conocimientos, perspectiva y convicción suficientes y  sobre si disponen de métodos y materiales lo bastante atractivos
y motivadores tanto para la enseñanza infantil como de adultos. En este campo las nuevas tecnologías ofrecen la posibilidad de contar con juegos que resulten
motivadores para aprender a leer el Braille.

10. Se apunta la idea de que en muchos casos de niños y adultos con un cierto resto visual hay un rechazo por su parte y por su entorno en relación al

aprendizaje y uso del Braille por lo que puede tener de evidenciador de su deficiencia.

11. Hay que hacer más incidencia en la introducción del Braille en los productos y el entorno habituales (etiquetaje, numeración en los porteros automáticos…),
ya que su introducción en el ámbito de la vida diaria ofrece soluciones para la autonomía de las personas ciegas y puede ser un factor motivador del uso
del Braille entre personas que por sus características o la edad en que han perdido la vista difícilmente  lo usarán para leer textos largos o para estudios.

12. Se observa que faltan más datos sobre el número de usuarios del Braille y estudios que, por ejemplo, establezcan la relación entre el dominio de este
sistema de lectoescritura y el alcance de niveles de formación académica superior.

13. Se plantea la necesidad de reflexionar entorno algunas cuestiones como por qué se ha perdido el uso de la estenografía en España mientras que en otros
países se ha incorporado a los dispositivos electrónicos o por qué, muy a menudo, en apariciones públicas, se da por perdido el uso del Braille antes que

no luchar por él.

Presentación de BRAILLEVIVO

PRESENTACIÓN DE BRAILLEVIVO

BRAILLEVIVO es una comunidad virtual, creada en la red en torno a la lista de correo del mismo nombre. Está formada por personas de distintos países, que se han reunido, con el fin primordial de contribuir, en la medida de sus posibilidades, a la supervivencia, uso y fomento del sistema Braille en todo el mundo.
 
Los miembros de esta comunidad, convencidos como están de que el alfabeto Braille es el único sistema de lecto-escritura específico para ciegos y deficientes visuales, y que su conocimiento es fundamental en la formación, desarrollo y autonomía de las personas ciegas, ante el paulatino declive que está alcanzando su uso:

persiguen los siguientes objetivos:

– Dar a conocer a instituciones, administraciones, asociaciones de consumidores y empresas en general, la importancia que el Braille tiene para las personas ciegas.
– Insistir, ante quien corresponda, de la relevancia que tiene la lectura y escritura en Braille en la educación de las personas ciegas.
– Trabajar para la normalización del sistema en la sociedad.
– Exigir a las instituciones públicas y a las que tienen responsabilidades en el terreno de la ceguera y deficiencia visual que proporcionen la información en Braille.
– Reivindicar la lectura de libros en Braille como una actividad de disfrute personal.
– Convencer, a las distintas instancias,  de que la tecnología no debe ir en detrimento del uso del Braille, sino que puede contribir a aumentar y facilitar su utilización e incluso abaratar significativamente los costes de su producción.

 
Para ello tienen previsto desarrollar las siguientes actividades:

– Buscar medios para fomentar y promocionar el aprendizaje y uso del braille.
– Reflexionar sobre nuevos métodos que podrían favorecer el aprendizaje de nuestro sistema de lecto-escritura.
– Debatir sobre nuevas formas que motiven su uso.
– Transformar la relación de identidad negativa entre Braille y ceguera por un sencillo concepto de adaptación que permitiría una aceptación del sistema.
– Elaborar y presentar propuestas para etiquetar productos de uso general en la vida cotidiana.
– Ser conscientes de que, hasta la actualidad, el braille es el único sistema que permite la alfabetización de los ciegos y el acceso a la información disponible sin intermediación.